En capítulos anteriores hemos hablado ya de los terribles cursos para triunfadores que le venden la moto a los incautos, ademas de sobre malos mentores, malas incubadoras e inversores tóxicos. Y hoy toca hablar de algo que me toca de cerca: las malas escuelas de negocio.
Una de las razones que me llevó a fundar Startups Institute fue precisamente evitar que los emprendedores caigan en manos de escuelas que solo venden recetas copiadas, falsos mantras sobre emprendimiento repetidos hasta la náusea, y técnicas genéricas que no sirven de casi nada sin la metodología adecuada. Lo que viene siendo mucha teoría y poca práctica, mucho lirili y poco lerele.
Dentro del batiburrillo de la mala formación para emprendedores hay de muchos tipos.
Tenemos “escuelas” fundadas por consultores o antiguos directivos de corporaciones, gente que no ha emprendido en su vida precisamente hasta el momento de abrir su escuela. Lo saben todo sobre emprender porque están suscritos a Emprendedores, han leído “lean startup”, y porque les encargaron abrir la filial en Italia de la empresa, imagínate tú el locurón que ni secretaría había. 🤣
También están las escuelas que ofrecen contenido enlatado: normalmente una o dos personas que han grabado 200 vídeos, pura teoría y más superficial que una entrevista en el Hola, y que eso sí ofrecen precios de derribo, que lo veas cuando quieras, y que con 15 minutos al día vas a ser el próximo Bezos. Claro que sí, guapi.
Luego tenemos a escuelas de negocio convencionales, orientadas a la formación de directivos porque ahí es donde esta el business de verdad, pero que dicen que te enseñan a emprender por si cae algún alumno despistado, para los que ofrecen “la capa de emprendimiento”.
Que consiste en que algún emprendedor imparta 10 horas de clase, ademas de tener algún juguete con nombre chulo como lab incubator o similar para entretener al personal y, de paso, pillar subvenciones.
En su descargo, estas al menos suelen ser escuelas serias y se pueden aprender muchas cosas, pero desde luego no están especializadas en emprendimiento, y su método no ha cambiado en 30 años.
¿Cómo evitar caer en una mala escuela de emprendimiento? Analiza el CV del equipo de la escuela y su experiencia real como emprendedores y en educación, mira qué profesores tienen, pregunta el método que utilizan y por qué y con qué objetivos, y siempre, siempre, pregunta a ex-alumnos emprendedores por su experiencia.
Ah, y si te prometen el éxito, si te aseguran el triunfo, entonces sal corriendo. Avisados estáis. 😅
Artículos previos de la serie:
Parásitos del ecosistema emprendedor, 1: las (malas) incubadoras de startups
Parásitos del ecosistema emprendedor, 2. Hoy, los cursos para triunfadores.
Parásitos del ecosistema emprendedor, 3. Hoy, los inversores tóxicos.