¿Está el modelo de inversión de Venture Capital en crisis? Si lo analizamos por volumen de inversión parece que todo va bien gracias a las grandes rondas de algunas scale ups, pero si miramos las rondas cerradas el modelo parece mostrar síntomas de agotamiento.
Da igual si miramos en España (Fundación Innovación Bankinter) o en EEUU (National Venture Capital Association), desde 2021 vemos una caída pronunciada en el número de operaciones de inversión. No una caída abrupta, pero sí continuada en el tiempo. En España el número de rondas ha caído casi un 14% el último año.

Más allá de situaciones coyunturales de la macro economía (inflación, guerra, Trump…), ¿estamos ante un cambio de tendencia? ¿Están los inversores concentrando sus esfuerzos en unas pocas scale ups muy prometedoras y dejando de invertir en proyectos más pequeños?
Personalmente no creo que sea así. Estoy convencido de que el modelo de Venture Capital y de creación de startups, con sus carencias, problemas y excesos, es un modelo que en general funciona y seguirá funcionando en el futuro. Necesitamos innovación, necesitamos startups que la impulsen, y eso siempre supondrá una oportunidad para inversores espabilados.
Dicho esto, sí creo que vivimos un momento «delicado» en el nicho del venture capital, debido a una conjunción de factores complejos.
Por un lado, es evidente que estamos viviendo unos años con una especial volatilidad y con mucha incertidumbre en la geo-política mundial, y eso no ayuda porque el capital siempre es temeroso ante situaciones de este tipo.
Al mismo tiempo, la irrupción de la IA ha generado una serie de movimientos sísmicos que aún no sabemos cómo ni cuándo terminarán. Ahora mismo es complicado elegir dónde invertir, porque aún no sabemos el impacto exacto de la IA en muchos mercados y verticales. Con novedades y mejoras semanales es imposible adivinar la evolución de muchas herramientas que hasta hace dos días nos parecían imbatibles. Si Google está en riesgo, ¿cómo invertir en una pequeña startup que está creando una herramienta SaaS? ¿Y si una IA mañana es capaz de hacer eso mismo con la mitad de esfuerzo? ¿Y si los «moats» tecnológicos del pasado por la complejidad del desarrollo de software han saltado por los aires?
A la incertidumbre macro y micro se le suma que los inversores ven oportunidades en otras áreas: los cantos de sirena de la inversión «fácil» en cripto, la obvia necesidad de invertir en proyectos de IA, la opción más segura de meter pasta en scale ups que van bien…
El caso es que las startups que empiezan lo tienen bastante más difícil para conseguir inversión que hace 3 o 4 años. Ahora es más importante que nunca prepararse bien, generar la documentación adecuada, saber cómo y a quién acudir para conseguir inversión, y tener una buena estrategia de financiación. Aquellos que no tengan experiencia previa levantando rondas deberían buscar ayudar, o formarse bien para ello.
Esa es una de las razones por las que hemos hecho importantes cambios en nuestro tradicional curso de Finanzas para emprendedores, que ha pasado a llamarse Curso de Estrategia Financiera y Fundraising, para enfocarse en ayudar a los emprendedores a levantar inversión. Estoy convencido de que solo los emprendedores mejor preparados podrán levantar rondas de forma eficiente, y la formación y el acompañamiento es clave para ello.
En todo caso, ¿qué opináis vosotros? ¿Estamos ante un cambio de tendencia o es algo coyuntural?