Cuando llevas años en el mundillo de la innovación corporativa sabes de sobra que muchos, muchísimos anuncios grandilocuentes de grandes corporaciones en relación a las startups y al emprendimiento no son otra cosa que operaciones de marketing y PR. Algo que también ocurre en ocasiones en entidades públicas.
El único objetivo es salir en los medios a bombo y platillo, sin gastarse un euro, y ponerse la vitola de modernos startuperos y de que apoyamos mucho a los emprendedores, que siempre viste mucho y ayuda a que la cotización en bolsa tire para arriba o para conseguir votos porque «eh, estamos innovando».
Lo he visto hacer docenas de veces: un power point chulo, una marca atractiva para el programa de innovación-aceleración-incubación o lo que toque, números que llamen la atención, promesas para un futuro a medio plazo, rueda de prensa de medios afines, declaraciones del CEO o del político, y listo: presencia masiva en medios, y al día siguiente carpetazo y a otra cosa.
Recuerdo poco antes de la pandemia que estaba en negociaciones con un gran banco para un programa de aceleración de verdad cuando, de repente, veo una noticia diciendo que habían lanzado un programa de aceleración enorme en el que iban a invertir 5 millones de euros en startups. Yo flipando, claro, y mi interlocutor me dijo: nada, es todo mentira, ni caso. Y efectivamente, porque de aquel programa nunca más se supo nada.
Como decía, lo he visto muchas veces, y alguna vez lo he vivido incluso en primera persona con proyectos que me tocaban de cerca. Tiendo a ser bienintencionado, y a veces me la cuelan, qué le vamos a hacer.
Pero hace unos días me llevé una sorpresa, algo que no había visto antes. Se trataba de otro programa para startups, pero en este caso lanzado por una gran tecnológica, una de las GAFAM, de esas a las que les cae el dinero por castigo y que, en teoría al menos, son más cercanas a las startups. Pues era un programa para startups falso, inexistente, fake total. Un trampantojo, y encima muy mal ejecutado. Un truño, vaya.
La web del programa en cuestión, anunciado hace poco, es una landing cutre cuyas condiciones legales no funcionan, y con links rotos a la escasa información que hay. Vamos, que se nota a la legua que es un programa falso. Pero eh, eso sí, salió en medios a bombo y platillo. Objetivo conseguido.
Con esto no pretendo demonizar a medios y periodistas, que los pobres hacen lo que pueden. Pero sí me gustaría pedir a las corporaciones (y a los políticos) que se dejen de mandangas, y que si quieren hacer algo lo hagan de verdad, y que se dejen de una vez de jugar con los emprendedores y las startups.
A los emprendedores, un consejo: no os fiéis de lo que veáis publicado en medios sobre programas para startups y emprendimiento, porque en la mayor parte de los casos son anuncios vacíos. Pero incluso si los programas van adelante, preguntad a los expertos y a otros emprendedores, leed a fondo todo lo que dicen los programas en cuestión (incluyendo términos y condiciones legales, muy importante), y validad bien todo antes de dar ningún paso. Porque de eso hablaremos otro día: los programas para startups que en lugar de acelerar te frenan. O te matan, que de todo he visto.
Bastante tenemos ya como para que encima nos pongan palos en las ruedas, o nos engañen con caramelos envenenados. De verdad, aporta o aparta, que no estamos para tonterías.