Hace poco cayó en mis manos la presentación de una escuela de negocios online que ofrecía a sus alumnos cursar másters, con título oficial avalado por una universidad privada, también online, con un precio medio por alumno de 300 euros. Repito: cursar un máster, con título oficial, por 300 euros. 😱
Yo no daba crédito, hasta que vi los números en detalle y la estrategia de marketing, y entonces lo entendí todo. Claramente tenía que ser un negocio de volumen, pero aún así los números solo salían porque el contenido era enlatado y mega cutre, y el coste de captación por alumno era bajísimo (unos 5 euros), gracias sobre todo a una fuerte captación en Latinoamérica. La verdad es que la estrategia era muy simple pero efectiva.
El título oficial como cebo
Para muchas personas tener el título oficial de máster es su único objetivo. Quizá han cursado la carrera equivocada y su interés es nulo, o quieren contentar a sus padres, o es un requisito para hacer una oposición o para acceder a un trabajo… Hay quien necesita ese título como si fuera un carnet de conducir, algo que no valoras en absoluto pero que necesitas para poder ejercer.
¿Y cómo puede una escuela de negocios ofrecer un título oficial por tan poco dinero? Pues con muy pocos escrúpulos, y porque en España se permite que una universidad oficial venda sus títulos al mejor postor, y los controles son muy escasos. Es relativamente fácil, si das con una universidad privada que no conoce ni Perry, de reciente constitución, y que necesita dinero desesperadamente.
Tradicionalmente las universidades serias se cuidaban de dar títulos a cualquiera porque se jugaban su prestigio. Pero, ¿y si esa universidad no tiene un prestigio que proteger? En los últimos 7 años se han creado 9 universidades privadas en España, y en 2024 por primera vez el número de másters privados superó al de las universidades públicas, en una progresión brutal: en 8 años se han pasado de 55.000 alumnos de máster privados a 145.000.
Descuentos para todos
Si ofreces un máster por 300 pavos, igual sospechan que tu formación es una basura o que es un timo. Así que pones un precio de tarifa bajo, pero que suene razonable (entre 1.000 y 2.000 €), para captar leads de forma masiva. Precio bajo + título oficial, captación barata.
Una vez captado el lead, la jugada es simple: te ofrecen un descuento (perdón, una beca) de entre el 70 y el 90% por ser tú. Por ser alto, bajo, guapo, feo, mujer, hombre, murciano o guatemalteco. Da igual, tú eres la persona idónea y te dan una beca porque te quieren a ti. Eso sí, hay que cerrar el deal ya, en esta llamada, pagando con tarjeta, ahora a nunca. ¿Cómo vas a rechazar la oferta de tu vida?
A esto se suma que en muchos países de Latinoamérica tener un título de España da prestigio, y que ellos no tienen una red para pedir referencias..
Lo importante es que la escuela parezca seria. Y ahí es donde el marketing brilla: el nombre siempre con muchas siglas que parezca muy serio, mucha foto de profesionales haciendo cosas, te hablan de clases en vivo (una al mes con tropecientos mil asistentes), mentorías (hecha con un chatbot de IA), comunidad (en la que nunca habla nadie), bolsa de empleo (que no funciona)…
¿Y el contenido? Pues obviamente enlatado, desactualizado, gran parte generado por IA, y con profesores junior en el mejor de los casos que se limitan a reproducir lo que han leído en libros, todo teoría y cero práctica . ¿El resultado? Una empleabilidad, en la escuela cuya presentación vi, del 2,5%. Ojo, porque una empleabilidad del 2,5% entra dentro del rango de error, así que esa empleabilidad bien podría ser de cero pelotero.
Para llorar, ¿no? Pero seamos honestos: al que busca el título, francamente, se la trufa la educación y la empleabilidad. Y además no vas a tirar piedras criticando en público la escuela en la que has conseguido tu título oficial. Y así la rueda sigue girando…
Próximamente más capítulos de la serie, pero mientras tanto puedes leer la primera entrega aquí: