Cuando una empresa crece muy rápido, se comporta como un adolescente: tiene crisis de identidad, sufre dolores de crecimiento, y da bandazos con la misma facilidad que Rosalía cambia de género musical.
Ser una scale up no es fácil. Es uno de los momentos más difíciles para cualquier negocio, la transición (de ahí lo de la adolescencia) de ser algo pequeño y rápido como un niño a convertirse en una gran empresa, en una corporación adulta, lenta pero segura.
Veamos en qué se parece la fase de scale up a la adolescencia:
CRECIMIENTO DESORDENADO
¿Os habéis dado cuenta de que cuando somos adolescentes crecemos muy rápido pero de forma desordenada? De repente la cabeza está desproporcionada respecto al cuerpo, o tenemos las piernas demasiado largas, o nos salen pelos solo en determinadas partes pero no en otras. Es como si el cuerpo creciera a distintas velocidades, hasta que con el tiempo todo se consolida y ya nos convertimos en adultos.
En una scale up es igual: se busca crecer rápido, y eso produce desequilibrios. Algunos departamentos se sobredimensionan mientras otros se convierten en cuellos de botella, algunas líneas de negocio se disparan mientras otras parecen atascarse…
Es un crecimiento desordenado y frenético que genera desequilibrios, problemas culturales internos, etc.. Por eso en las scales ups son normales las contrataciones masivas seguidas de muchos despidos, dando bandazos en forma de acordeón.
DOLOR, DRAMA Y EUFORIA
Los desequilibrios, las dudas y los bandazos llevan, de forma inequívoca, al dolor y al drama, y luego a la euforia. En una scale up se vive todo intensamente, igual que cuando eres adolescente. Los veteranos sienten que la empresa ha cambiado y no es suya (drama), los nuevos consideran que todo es un desastre (más drama) y el desequilibrio y los despidos generan dolor.
Cada movimiento, cada cambio, cada bajada por el tobogán se vive intensamente, y lo mismo ocurre con las subidas cuando algo va bien: fiestas alocadas para celebrar y mucha épica en el ambiente. O sea, adolescencia pura. Montaña rusa emocional.
BUSCANDO TU IDENTIDAD
Como adolescente necesitas salir del grupo familiar, y es habitual buscar refugio en otros grupos sociales, lo que te lleva a ser otaku, heavy, emo, K-Pop, o cualquier otro grupo con fuertes rasgos identificativos. Te vistes de manera distinta a tus padres, y puedes cambiar de grupo o cultura con suma facilidad porque estás construyendo tu personalidad.

En una scale up es similar: estás dejando atrás la cultura inicial de los founders y construyendo una nueva cultura con gente nueva y basada en procesos y mecanismos que aún no sabes si funcionarán y cómo, mientras tratas de validar la escalabilidad de tu modelo de negocio y diversificas tus fuentes de ingresos. Estás buscando tu identidad, y de ahí esos cambios repentinos de los que hablábamos antes.
Si te ofrecen trabajo en una scaleup, o si tu empresa entra en modo growth, abróchate el cinturón. Y disfruta.
(Si quieres hacer crecer a tu empresa sufriendo lo menos posible, quizá te interese nuestro programa de Estrategia, Gestión y Crecimiento de Negocios, donde ayudamos a emprendedores y empresarios a crecer con cabeza y sin dramas).





