¿Contratarías a un guitarrista profesional formado con un curso por fascículos? ¿A un piloto adiestrado solo con un videojuego de aviación? ¿A un biólogo titulado con documentales de National Geographic?
Pues esto es lo que el mercado educativo está ofertando de forma masiva a las empresas: profesionales formados a base de ver vídeos y leer documentos en PDF generados por una IA.
Llevo mucho tiempo analizando el fenómeno y lo tengo muy claro: la formación enlatada es una burbuja o una epidemia, y va a generar serios problemas de empleabilidad en pocos años para muchas personas, y también una carencia de profesionales bien formados para las empresas. Por eso me he decidido a escribir una serie de artículos explicando con detalle la situación, desde distintos ángulos.
Pero antes de entrar en materia, quiero dejar algo claro: yo no tengo nada contra la educación enlatada o grabada en vídeo. La educación asíncrona es barata y muy flexible porque la haces cuando quieres. Como forma de introducirse a una materia, para aprender actividades muy concretas (cómo hacer tal cosa) o para aprender un hobby, es una excelente opción.
También hay modelos híbridos bastante logrados, que combinan una parte de contenido enlatado con mucha tutorización, con mentores, con sesiones en directo de calidad, con evaluaciones serias… Instituciones como la UNED, la UOC o más recientemente la UNIR ofrecen formación enlatada seria y bastante lograda.
Obviamente no está al mismo nivel que la formación 100% en vivo, porque eso es imposible, pero cumplen su función. Permiten que personas con menos recursos, o que tienen problemas para atender sesiones en vivo, puedan formarse y obtener un título. El problema llega cuando surgen empresas que ofrecen una formación enlatada de muy baja calidad como si fuera la rehostia, pretendiendo sustituir a la formación universitaria y a las escuelas de negocio con clases en vivo, incluso otorgando títulos oficiales o simulando ser lo que no son (por ejemplo, un MBA que no lo es).
Y eso es exactamente lo que está ocurriendo, y de forma masiva. Por eso afirmo que hay una burbuja que nos va a estallar en la cara como sociedad, y lo voy a explicar en una serie de artículos.