¿Debo dejar mi trabajo para emprender? Esta duda es muy habitual entre los aspirantes a emprendedor y es uno de los mayores miedos que enfrentamos a la hora de emprender.
Respuesta corta: no, no es necesario dejar tu trabajo. O al menos no hasta que valides que el negocio que tenías en mente funciona y que quieres hacerlo crecer.
Y es que dejar tu trabajo no es fácil. Las implicaciones son enormes: la más evidente es que dejas de tener un ingreso fijo y recurrente, pero no es el único reto que tendrás por delante.
Tendrás presión social de familia y amigos (¡estás loco, de qué vas a vivir, qué pasa si te sale mal!), y estarás en cierto modo haciendo una parada en tu carrera profesional, y no sabes cómo ni cuándo la podrás retomar si lo necesitas.
Te enfrentarás a no tener un sitio al que acudir todos los días, cambian las rutinas y los hábitos, y eso no siempre se lleva bien. Y estarás solo, ya no están tus compañeros para apoyarte, ni tendrás un jefe del que quejarte. Ahora las decisiones las tomas tú, y tú eres el que asume toda la responsabilidad si la cosa no va bien.
Así que dar el paso de dejar tu puesto es lo último que debes hacer. Y sí, ya sé que los expertos normalmente decimos que para poder emprender tienes que dejar tu trabajo y dedicarte al 100 × 100 a tu empresa, pero esto no es así.
De hecho, en Startups Institute enseñamos y promulgamos lo contrario: emprende con calma desde la seguridad de tu empleo, que ya habrá tiempo de tomar decisiones y hacer apuestas llegado el momento.
En realidad, cuando emprendes hay temporadas largas donde tú puedes estar desarrollando tu proyecto y no tener que dejar tu trabajo: en las fases de ideación, investigación, definición de hipótesis, validación y construcción de prototipo o MVP, puedes compaginarlo con tu trabajo perfectamente. Y justo todo esto es lo que hacemos en el Máster de Creación de Startups, por eso está diseñado para ser compatible con un trabajo.
Incluso una vez lanzado el negocio podrías hacerlo en ratos libres, aunque eso depende mucho del tipo de negocio, claro. En este caso, son los tipos de negocios que desarrollaremos en el Curso de Emprendimiento Pasivo y Low Cost.
Cuando realmente tienes que dejar tu empleo y lanzarte es si decides hacer una ronda de financiación con inversores profesionales. Ahí si te van a obligar a dejar tu trabajo, porque nadie pondrá su dinero en tu empresa si tú mismo no apuestas por el proyecto.
Así que ya sabes: es posible emprender trabajando, y de hecho es positivo que lo hagas así, porque cuantos menos riesgos corramos al emprender, mejor.